La vida matrimonial de Isabel y Fernando, los Reyes Católicos, estuvo marcada por las infidelidades permanentes del rey y sus varios hijos bastardos. Lo mismo sucedió con Carlos V y Felipe II, dos emperadores que vivieron amoríos constantes y dejaron el reino repleto de hijos fuera del matrimonio. Felipe IV, obsesionado por
el sexo femenino, es el claro ejemplo de don Juan. Sus hijos naturales se elevan a la