En la década de 1980, el astrónomo y divulgador científico Carl Sagan emprendió la tarea de llevar al público algunas de las más grandes ideas, métodos y alegrías de la ciencia. A través de una serie de programas que llegaron a más de 140 millones de televidentes en todo el mundo, Sagan otorgó a la humanidad la posibilidad de estar tan cerca del Cosmos como nunca antes se había logrado.