El niño Neftalí vive en Temuco. Su padre es conductor del tren lastrero y el niño se divierte en el bosque con los insectos que allí habitan, pues de grande sueña con ser administrador de escarabajos. Su madrastra, doña Trinidad le protege de la autoridad de don José del Carmen que desea otro destino para su hijo: ferroviario, igual que el padre.