It will be shipped from our warehouse between Monday, May 20 and Tuesday, May 21.
You will receive it anywhere in United States between 1 and 3 business days after shipment.
Desde Que ConocÍ A Dios: Lo Que Me ConquistÓ Y Lo Que Me Detuvo (spanish Edition)
Flores, Norma
Synopsis "Desde Que ConocÍ A Dios: Lo Que Me ConquistÓ Y Lo Que Me Detuvo (spanish Edition)"
En la perseveranciaComprobé la existencia de Dios Cuando emprendí este nuevo camino, el señor trajo paz a mi vida, como ya lo había mencionado, pero la solución a los problemas no fue de un día para otro, los problemas seguían allí, mientras que aprendía me hacía libre, como también ya les había dicho, pero de ahí a que llegue el momento de la solución, había un largo trecho, y en él debería aprender a esperar la solución de Dios.Menos mal que no me fui del camino, porque si no, nada de lo que ahora soy, lo sería, ya que en la perseverancia aprendí muchas cosas, y crecí como persona cristiana, luego venia la salida de los problemas, pero sobre todas las cosas, conocí a Dios en ese transcurso.Cuando tenemos dificultades, queremos ya la solución, como en todas las cosas lo queremos ya! Pero nada de esos es con Dios, porque si a mí me hubiera dado en el primer día, yo me iría, y me habría olvidado de él, y mi vida se perdería, y de cierto le digo, que más adelante tendría un nuevo dolor, que no lo podría soportar sin Dios.En ese transcurso de estar allí, creyendo en alguien que no conocía, que solo sabía de él, porque un libro llamado Biblia dice de él, y porque una mujer lo confirmaba que así lo era. Yo trataba de entender, porque todavía luchaba con algunos contratiempos, ya que le tenía a Dios, y esas aflicciones no se iban de mi vida, y no me dejaba ser feliz completamente. Por ejemplo, los ataques de pánicos que yo los tenía, eran horribles, ya no lo soportaba, tenía miedo a la muerte, de una manera muy horrible, por las tardes tenía la sensación de que me fallaba el aire y mi cuerpo empezaba a temblar, y mi corazón se disparaba. Por las noches tenía sobre saltos, pensando que me moría, y en los lugares encerrados donde había mucha gente, me desesperaba, pensando que me iba a desmayar. Cada tanto, mi esposo me tenía que llevar al hospital, a las corridas, con ese ataque, que ni sabíamos que era, (yo lo llamaba "la cosa") ya me había ido al psiquiatra, pero no encontraba alivio, y los remedios no me sanaban, a parte, antes de ser cristiana me había ido a muchos curanderos, pero no había hallado la salida, después de eso; conocí a Dios, pero no entendía por qué? no me sanaba de esa fobia y eso que ya llevaba un año de seguir el nuevo camino. Un día cuando me encontraba harta de sufrir, le dije a Dios de todo corazón: Señor, SeñorSi en verdad existís y si en verdad he hallado gracia a ante tus ojospor favor sáname de esta cosa.Se lo imploré llorando, y ya cansada, porque lo venía sufriendo desde mi adolescencia. Un día de esos un evangelista muy conocido en mi país, llega a mi ciudad, y estaría en el anfiteatro predicando la palabra. El evangelista tenía fama de curar a los enfermos, y que ocurrían milagros en sus cruzadas, así que tuve la esperanza de que él me quitara este dolor. Me fui con una amiga, y cuando el pastor iba a empezar a orar, me acuerdo que dijo esto: ─si alguien siente algo inusual algún calor o alguna cosa parecida, no se asuste porque es la presencia de Dios que le estará sanando. yo cerré mis ojos, preparándome para recibir el milagro, y cuando el pastor dijo: que todas cadenas espirituales de maldad se rompan, y que todo yugo del infierno se suelte! Algo extraordinario empecé a experimentar, y me acordé lo que dijo el pastor antes de orar, así que eso que empecé a sentir, pude reconocer que era la presencia viva de Dios, y por primera vez en la vida, pude saber con exactitud que Dios verdaderamente existe. Mientras que el pastor oraba desde la plataforma, yo empecé a sentir que desde la punta de mi cabeza empezó a envolverme una brisa cálida, como una leve energía. Empezó envolverme en forma circular desde la puta de mi cabeza hasta la punta de mis pies, pero eso fue muy lentamente sintiendo más en mis hombros, y un calor como el de una lámpara de calor, empezó de la misma manera, desde la punta de la cabeza h
