El León y la Domadora es la crónica del itinerario hacia un lugar inexistente: la “tierra prometida”. En este acercamiento al tema del éxodo y del exilio a través de dos personajes circenses —un león depresivo y dependiente y una domadora empeñada en encontrar una vida mejor—, Antonio Orlando Rodríguez utiliza la farsa y el absurdo como lupas para ver mejor la realidad. Se trata de una fábula cáustica y, por momentos, tierna, en la que los roles del ser humano y de la bestia se confunden e intercambian, condenados ambos a vivir en una jaula dentro de otra jaula, dentro de otras miles de jaula…Esta propuesta dramatúrgica del autor de la novela Chiquita (Premio Alfaguara 2008) y de la colección de relatos Salchichas vienesas y otras ficciones (Huso) se aproxima de forma singular a una de los grandes conflictos sociales del mundo contemporáneo. Según los teatristas Rolf y Heidi Abderhalden, El León y la Domadora “ilustra la dimensión trágica y a la vez irrisoria de la condición humana de nuestros días, donde el teatro aparece como una tierra de asilo y un último lugar de la ilusión, y la carpa del circo como la posibilidad de una ciudad refugio”.
