Encuadernación: RústicaColecciçon: El libro de bolsillo. Literatura La figura del doctor Fausto, personaje legendario que vende su alma al demonio a cambio del disfrute de la vida mediante el logro de todos los impulsos de la voluntad, fue recreada desde el Renacimiento por diversos literatos, pero fue J. W. Goethe (1749-1832) quien enriqueció la leyenda y le confirió un profundo valor filosófico y humano. En su "Fausto", publicado en dos partes (1808 y 1832), la búsqueda de lo absoluto y de la plenitud vital convierte al personaje en un prototipo del espíritu siempre insatisfecho del hombre romántico y en un símbolo del destino de la humanidad. Sin embargo, como apunta Francisco Ayala, esta obra cumbre de la literatura "no nos da un arquetipo humano, como don Juan o el rey Lear o Tartufo [.] En verdad, todo lo que acontece a Fausto a lo largo del poema no constituye su tragedia: su tragedia no es algo en que se realiza su vida, sino que es precisamente la vida misma". Desesperado y desengañado por el intelecto, el protagonista proclama la acción como principio del mundo, más todas las formas de la acción contienen un destino de error (y dolor) inevitable: el que lleva aparejado toda elección.Prólogo de Francisco Ayala
Poeta, novelista, dramaturgo, científico y político alemán. En la Universidad de Estrasburgo conoció a Herder, quien lo introdujo a las obras de Shakespeare y a quien ayudó después a crear el movimiento romántico alemán Sturm und Drang. En 1775 Carlos Augusto, heredero del ducado de Sajonia-Weimar, invitó a Goethe a vivir y trabajar en Weimar, que entonces era uno de los centros intelectuales y literarios de Alemania. Allí desarrolló una brillante carrera política que finalmente abandonó para dedicarse a viajar y a escribir. Es uno de mayores exponentes literarios del Romanticismo y para muchos el escritor más importante que han dado las letras alemanas.