diversión, sátira, esperpento, ¡jo, qué tropa...! supone la renovación de la novela española por la única vía posible: la del entretenimiento.
si por un lado esta novela recuerda el esperpento de ramón del valle- inclán, por otro nos obliga a evocar las risueñas ficciones del maestro inglés del humor p. g. wodehouse, sin olvidar el atrabiliario comportamiento del gordo ignatius, de la conjura de los necios, a lo que podrían añadirse terminadas actitudes del también obeso pickwick, del maestro dickens.