En su última novela, Pilar de Arístegui vuelve a plasmar la vida una mujer extraordinaria, en esta ocasión en la Sevilla del siglo XVII, una ciudad resplandeciente en la que florecen las artes. De entre todos los artistas, una mujer destacará más que ninguno: Luisa Roldán. Escultora sin par, obtendrá numerosos encargos de c
onsiderable importancia. Su afirmación como artista la lleva a requerir lo que ninguna