Perdida en los pasillos de un antiguo edificio de la
Administraci¢n P£blica se encuentra la Oficina 84. Sus
empleados son los encargados de que cualquier escrito que se
genere en la naci¢n no perturbe la serenidad de la Fiesta.Desde
las letras de las canciones hasta los borradores de las novelas,
desde las revistas parroquiales hasta los textostcnicos y
escolares, todo pasa por sus manos, para quecumpla con las
reglas de un vademcum legendario, que nadietiene tiempo de
leer antes. Veintid¢s a¤os pasan entre el d¡a en que comienza
esta historia y el d¡a en que termina. Enlos ojos de Teo Salsola,
el director de Office 84, ver stodos esos a¤os y todos los que
vinieron antes