Bernardo Ruiz Portuondo, el protagonist de Mandatos del corazon, podria dar pie a varias novelas. Invariablemente serian de genero picaresco, desopilantes y tragicomicas, capaces, de agotar el declogo del marido aventurero y heterodoxo, y el padre que no predica con el ejemplo de la cordura. Ha dilapidado fortunas varias y su carrera en el mundo de los negocios conoce una sola direccion: hacia abajo, de fracaso en fracaso.