pies pueden hacer cosas asombrosas y que él es igual a cualquier pingüino de la colonia.
Trinidad Castro nos cuenta
â??Lo que más nos gusta del cuento, es la idea de que los problemas y los complejos son gigantes si uno se los mantiene guardados, pero cuando uno los acepta y los deja ir sin importarle qué opine el resto, siempre son menos grave de lo que parecían. Finalmente, el que el otro te acepte, pasa primero por aceptarse a uno mismo, con diferencias, con defectos, con complejos... En f