Dylan Thomas es algo más que un poeta: es toda una leyenda. Su nombre evoca el olor de las tabernas, la bohemia más desenfrenada, la enfermedad y la locura. Pero su poesía no queda atrapada por la figura mítica, por el personaje público, va mucho más allá. Sus versos siguen manteniendo vivo el original canto de libertad, de búsqueda, de alegría desesperada que convirtió a Dylan Thomas en uno de los renovadores de la poesía inglesa. Navidad de un niño en Gales (inédito hasta ahora en castellano) es uno de los ejemplos más claros del credo poético de Dylan Thomas, en el que se entrelazan vigorosamente la pasión por la lengua y la nostalgia por el paraíso perdido.
