Los textos que nos ofrece M.S. Alonso en este poemario son esa frontera que se extiende entre su piel y la hoja escrita, en el borde donde termina su universo y comienza el mío. Por ello digo que quien lee habita dos cuerpos, siente la gravedad sobre sus hombros y la levedad del abrazo en torno a su mirada.La poeta nos invita a un viaje cargado de pasado, memoria e incertidumbre. En su mundo nada se da por cierto, la historia que yace bajo sus poemas es una que late, que recorre a través de las venas de sus palabras miles de imágenes del mundo. Aun cuando utiliza maneras góticas, su verbo se adentra en la realidad que comparte con quien la lee; por eso palpita, en sus palabras se encuentra el movimiento de los días y las noches a través de su sabor, su apariencia y su olor.Jorge Morales Corona