Nunca han sido tímidos los perros para expresar sus emociones. Cuando están contentos, mueven la cola. Cuando están nerviosos, mueven la cola. Y cuando están sufriendo de tedio, mueven la cola un lento y triste balanceo compuesto para piano solitario mientras su alma sigue tan vacía como el plato que devoraron antes de rasgar una bolsa de basura repleta de incertidumbre y pedazos de pizza.
Pero aunque los perros no ocultan sus sentimientos (menos aún bajo un chaleco que les ponemos a la fuerz
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Sergio Bazaes CastilloTuesday, July 24, 2018
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Precioso libro. Lectura recomendadísima para los amantes de los perros.
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