Durante las décadas de 1980 y 1990 los países de América Latina han llevado a cabo un doble proceso de transición. La primera transición permitió que recorriesen el camino desde estados autoritarios hacia regímenes democráticos. La segunda transición ha incluido los procesos de ajuste y las reformas estructurales. Estas dos
transiciones han estado pautadas por transformaciones institucionales que han buscado