Dos acontecimientos de los años veinte marcaron profundamente el pensamiento político de Hannah Arendt. Al primero de ellos lo denominó el «shock filosófico» ―la filosofía de la existencia de Jaspers y de Heidegger― y, al segundo, el «shock de la realidad» ―la consolidación del movimiento nacionalsocialista en Alemania, el surgimiento del totalitarismo―. Ambas experiencias ponen en movimiento su necesidad de comprender, un intento incesante de traducir al lenguaje de la experiencia el peligroso y a menudo brutal choque del hombre moderno con los hechos.
(Hannover, Alemania, 1906 - Nueva York, Estados Unidos, 1975) Arendt se ha erigido, como uno de los puntos de referencia fundamentales para el conocimiento de la filosofía política. Nacida en Hannover, estudió en Marburgo, Friburgo y Heidelberg, donde se graduó en Filosofía. En 1933, cuando los nazis ocuparon el poder, emigró a París. Más tarde se instaló en Estados Unidos, donde dirigió la Conferencia sobre las Relaciones Judías (1944-1946) y también la Jewish Cultural Reconstruction Inc. Fue catedrática en la Universidad de Chicago y enseñó asimismo en Columbia, Princeton y Berkeley.