Este libro es un testimonio del reino intangible de lo angélico en medio de las ruinas milenaristas. El poeta da fe del silencio elocuente de los ángeles como un signo de esperanza y atisba su presencia como la promesa de una luz perdurable. Esta fábula está acompañada en la presente edición de una iconografía que realza el carácter contemplativo y ensoñador de los poemas de Aridjis (1940).
