El TOC constituye una enfermedad real. ¿Por qué lo aclaramos? Porque es común
creer que obsesiones y compulsiones se deben a caprichos o extravagancias de quien
las padece. “Tiene manías”, suele decirse, “eso lo hace porque quiere”. Nada más
alejado de la verdad. A tal punto que la posibilidad de tener TOC depende en buena
medida del legado genético de nuestros padres, abuelos y más lejanos ancestros. De
acuerdo con numerosas investigaciones científicas, parece quedar claro que no tiene
TOC quien quiere sino quien puede.
Sería banal y erróneo pensar que el TOC está de moda o es una enfermedad propia
de la vida moderna. Las primeras descripciones de la sintomatología se remontan
al siglo IX en Medio Oriente. Desde entonces, distintas ramas de la medicina, la psicología y la psiquiatría han abordado cuadros de diversa complejidad. En este libro,
los doctores Pablo Resnik y Enzo Cascardo —autores de Ansiedad, estrés, pánico y
fobias— plantean todas las preguntas y todas las respuestas para explorar las manifestaciones, desde las leves a las más severas, y sugerir terapéuticas adecuadas.