Javier es un veterinario que, por accidente, atropella a un zorrillo en un camino rural, rompiéndole la pata. Él comienza a cuidarlo y le venda la pata rota, pero se ve obligado a salir un par de días de viaje y no puede llevarse al animalito. Entonces se le ocurre que su sobrino Gabriel puede cuidarlo mientras él no está, así que lo lleva a su casa. Gabriel no quiere aceptar porque a su mamá le gusta que todo esté muy limpio y un zorrillo sería un grave problema, sin embargo, su tío lo convence. Gabriel intenta ocultar al zorrillo de sus papás y de Laura, su hermana pequeña, con quien tiene una enorme rivalidad, pero las cosas se le dificultan mucho. Primero, Laura lo descubre, luego, por un error de ella el zorrillo se sale de su jaula y se hace pipí en la sala, causando la ira total de la mamá, quien le pide al niño que se deshaga del animal. Para solucionar el problema, el segundo día Gabriel decide llevarse al zorrillo a la escuela, a escondidas. Pero en la escuela hay personajes que pueden causar problemas como Rizo, su indolente y flojo compañero y el Fhürer, un director rígido y poco comprensivo. El zorrillo se sale de la mochila donde Gabriel lo llevaba y el desastre comienza. Gabriel está en un grave aprieto con el director a causa del animal y quien lo saca del problema es sorpresivamente su hermana. Tío Javier recoge al zorrillo esa misma noche, sin embargo, la relación entre los hermanos cambia para siempre debido a esta pequeña aventura.
